Fernando Mora, psiquiatra: "Es fundamental descansar bien a nivel emocional"

Dormir bien no es un lujo, sino una necesidad fisiológica y mental que impacta directamente en nuestro estado de ánimo, sistema inmunológico y calidad de vida. El insomnio, más allá de la fatiga, puede alterar las emociones, provocar irritabilidad e incluso aumentar el riesgo de enfermedades físicas, según especialistas en salud mental.

El descanso nocturno ha pasado a ser objeto de análisis prioritario en el ámbito de la psiquiatría, por sus implicaciones tanto neurológicas como inmunológicas. La falta de sueño continuada puede provocar desequilibrios en áreas clave del cerebro, especialmente aquellas relacionadas con la regulación emocional, lo que afecta al comportamiento diario y al bienestar general.

El impacto emocional y físico del insomnio

En uno de sus vídeos divulgativos en TikTok, el psiquiatra Fernando Mora explica que “el descanso es fundamental a nivel emocional y físico”. Durante el insomnio, algunas zonas cerebrales se hiperactivan, especialmente las relacionadas con la gestión emocional. Esto, según el especialista, provoca que “estemos al día siguiente más irritables, con más tendencia al llanto, con más a la que saltamos”.

La privación de sueño también conlleva consecuencias físicas más allá del cansancio. “No solo es que estamos más cansados cuando no dormimos bien, es que se sabe que el insomnio crónico se ha demostrado científicamente que empeora el sistema inmune”, afirma el psiquiatra. Esta disfunción defensiva se traduce en una mayor predisposición a las infecciones y una menor eficacia de las vacunas.

“En el día a día el sueño no es negociable”, concluye Fernando Mora en su vídeo. El mensaje es claro: priorizar el descanso es una forma de autocuidado que va más allá del simple rendimiento. Dormir lo necesario es proteger tanto la mente como el cuerpo frente a alteraciones que pueden manifestarse a corto y largo plazo.